En una olla ponemos una nuez de mantequilla para dorar el ajo y la cebolla, cortados en brunoise (dado pequeñitos).
Una vez que están dorados, añadimos el arroz y le damos un par de vueltas para que se mezclen los ingredientes.
Añadimos el vino blanco y dejamos reducir durante 10 minutos aproximadamente para que se evapore el alcohol.
Por un lado ponemos a cocer el caldo de verduras, y por otro la crema de espinacas, para tenerlos calientes e ir añadiéndolos a nuestro arroz poco a poco. Hay que mantenerlos calientes para no cortar la cocción del arroz.
Tenemos que añadirlo poco a poco e ir moviéndolo continuamente para que el arroz suelte todo el almidón. Este paso es muy importante para que nos salga un risotto muy meloso.
Primero añadimos la crema de espinacas y cuando se nos agote empezamos con el caldo de verduras.
Tarda aproximadamente unos 20-25 minutos.
Antes de sacarlo le añadimos una nuez de mantequilla.
Servimos con unas lascas de parmesano, en esta ocasión también le puse unos espárragos a la plancha.