Lava y seca bien la lechuga, trocéala y colócala como base en un bol o ensaladera.
Lava los tomates cherry, pártelos por la mitad y añádelos a la ensalada.
Corta la pera en láminas o cubos, según tu preferencia, y repártela sobre la lechuga.
Agrega las aceitunas negras enteras o en rodajas finas.
Corta el queso halloumi en lonchas de medio centímetro aproximadamente. En una sartén antiadherente sin aceite, dóralo a fuego medio durante 1-2 minutos por cada lado hasta que quede dorado y crujiente por fuera.
Incorpora el halloumi caliente a la ensalada para disfrutar del contraste de temperaturas.
Aliña con aceite, vinagre y sal al gusto o, si prefieres, acompaña con una salsa de yogur casera para darle un toque más cremoso.
Sirve inmediatamente para disfrutar del halloumi recién hecho y crujiente.