En una sartén ponemos un buen chorrito de aceite de oliva. Comenzamos a sofreír los ajos y la cebolla cortados en trozos pequeños con un poco de sal.
Luego añadimos la zanahoria y el puerro, también cortada en pequeños trozos.
Partimos la berenjena en dos, y con la punta de un cuchillo, marcamos el borde de la berenjena y la piel, así es más fácil de vaciarla con ayuda de una cuchara. Cuidado que no se rompa.
La berenjena que hemos sacado la cortamos en trocitos. La añadimos a la sartén con el resto de los ingredientes, además ponemos un poco de tomillo y pimienta negra.
La piel la reservamos para volverla a rellenar una vez todos los ingredientes de la sartén estén cocinados.
Ponemos queso por encima y las metemos en el horno a 180° durante unos 10 minutos. Tendremos nuestras berenjenas listas cuando el queso esté gratinado.